Cemento boliviano, crisis y oportunidades
El sector de la construcción enfrenta una crisis que radica en la sobrecapacidad y ajuste normativo.
El sector de la construcción en Bolivia enfrenta una serie de desafíos que están afectando gravemente su estabilidad y desarrollo. “El mercado boliviano del cemento está experimentando un alto nivel de estrés debido a una competencia intensamente basada en el precio. Esta situación es producto de una sobrecapacidad irracional que supera el 100%, lo que ha generado una presión significativa en las empresas productoras de cemento”, dijo Francisco Shwortshik, CEO de Soboce.
El ejecutivo indicó que una de las mayores dificultades radica en la normativa obsoleta y un reglamento de comercialización de cemento que no se alinean con los preceptos modernos de la ecoeficiencia y la sostenibilidad. Este desajuste no solo afecta la competitividad del sector, sino que también incrementa los costos de operación debido a la dependencia de insumos y repuestos importados. Como resultado, las empresas productoras están alcanzando niveles críticos de viabilidad económica nunca antes vistos en el mercado.
Para enfrentar estos desafíos, el CEO de Soboce propone que el sector cementero debe alinearse con la modernidad en la búsqueda de la eficiencia. La adopción de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, el machine learning y la automatización son vistas como herramientas clave para lograr procesos productivos sostenibles e innovadores. Estas tecnologías no solo reducirían el impacto ambiental, sino que también mejorarían la eficiencia operativa, permitiendo a las empresas cementeras mantenerse a flote en un entorno económico adverso.
Soboce
Según Shwortshik, la planta que posee Soboce tiene una capacidad instalada que supera las 3.000.000 toneladas anuales de cemento, misma que ha respondido a los desafíos del mercado mediante la eficiencia y modernización de su tecnología. En los últimos años, ha implementado dos molinos verticales de última tecnología en sus plantas de Viacha (La Paz) y Warnes (Santa Cruz), además de sistemas de ensacado y despacho automáticos y modernos en ambos centros productivos.
La molienda de cemento en molinos verticales es más eficiente tanto en términos energéticos como en la calidad del producto. Shwortshik mencionó que Soboce ha desarrollado el uso de materias primas no convencionales, lo que añade características únicas a sus productos, haciéndolos más eficientes y ecológicos. Estas innovaciones ofrecen soluciones sostenibles para sus clientes.
El CEO de la empresa, indicó que Soboce es líder en la producción y comercialización de cemento, hormigón premezclado, prefabricados y soluciones integrales para la construcción en Bolivia. Con presencia en todo el país, la empresa genera más de 1.000 empleos directos y 5.000 empleos indirectos. A través de su área de Responsabilidad Social Empresarial y Corporativa, Soboce contribuye al bienestar y desarrollo de las comunidades donde opera.
Entre los programas de desarrollo sostenible de Soboce se encuentran iniciativas de vivienda e infraestructura, salud, educación y deporte, así como contribuciones y donaciones de materiales de construcción. Además, apoyan a deportistas bolivianos destacados como Héctor Garibay y Conrado Moscoso.
La sostenibilidad y la innovación son los pilares de la estrategia empresarial de Soboce. Entre sus proyectos actuales se destacan la modernización operativa de las plantas de Viacha y Warnes, el lanzamiento del cemento Viacha Eco Fuerte Plus, que reduce las emisiones de gases en un 22%, y el proyecto de coprocesamiento en la planta de Viacha para utilizar combustibles derivados de residuos. Además, Soboce ha inaugurado el Centro de Innovación y Asistencia Técnica (CIATEC) para fomentar la investigación en materiales de construcción y está evaluando el uso de fuentes renovables de energía.
Shwortshik señaló que estas acciones reflejan el propósito superior de Soboce: “Generar soluciones sostenibles e innovadoras que mejoren la calidad de vida de la sociedad”.