ENTREVISTA

Facundo Baudoin: “Santa Cruz adolece de espacios públicos”

Considera que no es casual el estrepitoso crecimiento del ciclismo como una búsqueda del disfrute social del espacio público. Hay una revalorización colectiva y muchas veces inocente de la necesidad de los espacios públicos, donde poder socializar.

Se considera un profesional que busca “democratizar la arquitectura” para que llegue a las personas que más lo necesitan, y fundamentalmente a la clase media, que es uno de los motores de la economía del país, de modo que no se quede solo en la élite, o en las esferas de responsabilidades gubernamentales del Estado de Bienestar.

¿Cuáles son las nuevas tendencias de la arquitectura en bolivia?
Bolivia es un país diverso culturalmente y regionalmente, hay distintas arquitecturas que identifican a las ciudades, como en el El Alto, los cholet, o ciudades como Cochabamba que tiene una arquitectura que está creciendo en el sentido comercial, al igual que Santa Cruz.
Este crecimiento sostenido ha hecho que la arquitectura tome un lugar preponderante donde nacieron nuevas empresas, nuevos proyectos, algunos vinculados a viejas escuelas de la arquitectura del modernismo y otros vinculados a temas más regionalistas.

¿Usted ha desarrollado proyectos en China. ¿Cuál es la diferencia entre la arquitectura Latinoamericana y la asiática?
Ambas son muy diversas, tanto la arquitectura latinoamericana como la asiática, tienen distintos perfiles. Pero en Asia, tomando como referencia dos arquitecturas de carácter mayúsculo destacadas con el premio Pritzker, es la Japonesa que tiende a un estilo muy silencioso, más de atmósfera, minimalista, de una austeridad prístina. La arquitectura china se empapa un poco más de monumentalidad, de edificios en pocas líneas, una arquitectura que sorprende no sólo por su dimensión, sino por la magnitud y la diferencia cultural que significa encontrarnos con un país en el que todo se hace para millones de personas, es una relación inimaginable en un país latinoamericano, quizás ligeramente el Brasil.
En torno a la arquitectura latinoamericana, creo que hay distintas tendencias. Hay países donde los arquitectos se enfocan en la fenomenología, específicamente la atmósfera, la relación con el paisaje regional, simultáneamente y en algunos casos, hay grupos de arquitectos que están en la búsqueda del quehacer colectivo tanto en equipos profesionales multidisciplinarios, como en su relación con los clientes y a la sociedad. Estas arquitecturas a veces se entrecruzan en sí, en un vario pinto tan diverso e interesante como nuestros colores y culturas. Ambos casos en el último tiempo se han vuelto referencia y vanguardia. La arquitectura latinoamericana ha tenido un boom y actualmente, creo que está en uno de sus mejores momentos, hay arquitectos de muy buen nivel.

¿Qué aspectos puede destacar entre estas dos arquitecturas, con respecto a los estilos o tendencias? ¿Qué resalta en la región?
Hay dos cosas que me llaman la atención, primero es la arquitectura del lugar, la que quiere dialogar con el sitio y generar a partir de él una atmósfera, una sensación emocional en el habitar y la relación de la edificación con el paisaje y ambiente que la rodea.
Es una arquitectura que se tiñe también de aspectos culturales, y es de alguna manera intelectual, en el sentido que hace mención a “conocimientos académicos”, es una arquitectura exquisita en muchos sentidos.
La idea de jóvenes, grupos o comunidades que se conjugan para hacer arquitectura de muy buena calidad, que lleguen a sectores que naturalmente no llegaban antes. Entonces dejan de lado el estereotipo y las copias y hacen una arquitectura más pensada en el cliente, sus circunstancias y que se adapta o que se construye en conjunto, pero sin ser esa arquitectura “exclusiva” que ha sido durante mucho tiempo, exclusiva, es como tener un gran médico o ir a una gran clínica. Tener la suerte de un grupo multidisciplinario que tiene sensibilidad por la ciudad o comunidades sencillas de individuos, trabajando de la mejor manera con ética profesional.

¿Ha cambiado el estilo la tendencia o las formas de diseño arquitectónico en los últimos años en función al impacto de las crisis?
En relación a eso hay dos fundamentos que han cambiado durante la pandemia, la relación que tenemos con lo público, como entendemos al espacio exterior y el de lo privado como interior o de la vivienda. Es mucho más, pero hablando a grandes rasgos, estos dos aspectos se han sobrepuesto y en algunos casos desdibujado. De la imperante necesidad de lo público nos dimos cuenta, por lo menos el común denominador. No sé si las autoridades. Aprendimos a valorar una acera, quizás como el espacio más democrático de todos, unas plazas, la posibilidad de tener un espacio libre para compartir. Es necesario tener buenos espacios públicos, afianzarlos, fortalecerlos para poder darles buen uso. Santa Cruz, adolece de espacios realmente públicos, los existentes están claramente colmados de gente, no tenemos aceras para el tránsito peatonal y claramente no las respetamos. No es casual el estrepitoso crecimiento del ciclismo como una búsqueda del disfrute social del espacio público. Hay una revalorización colectiva y muchas veces inocente de la necesidad de los espacios públicos, donde poder socializar.
El caso de lo privado, viene un poco de la mano de darnos cuenta más del detalle de las cosas, del uso, de la calidad que merecen los espacios, “del siempre hoy”, del entender que todos los días estamos en el lugar, el momento en el que realmente vivimos, y que vivir es construir también estos espacios, así como mantenerlos.
Hoy damos más importancia a la comodidad dentro de nuestra casa a qué relevancia tiene que los espacios funcionen de manera correcta, ergonométricamente, funcionalmente, desde la cantidad de enchufes que necesitas hasta la cocina que este bien o no, que el baño sea cómodo para bañarse. Hoy apreciamos mucho más la dimensión de los espacios que tenemos en nuestras casas o departamentos y tratamos de darles un uso más óptimo, flexible. Hoy sabemos cuan fácil se pueden deteriorar y cuánto cuesta mantenerlos.

¿El tema coyuntural de crisis económica ha impactado de algún modo la forma de construir o diseñar el tema de materiales o costos?
Está claro que hay una crisis mundial, latinoamericana que va más allá del tema económico. No estamos pasando por nuestro mejor momento. Y obviamente ha impactado, porque se restringe nuestra economía y lógicamente se afectan nuestras posibilidades y en consecuencia la del sector construcción. Sin embargo, pienso que por lo menos hablando de ciudades como Santa Cruz y me atrevería a decir en Bolivia en general, la gente sigue confiando. Sin embargo, ahora esa gente quiere que, lo que vaya a hacer en temas de construcción no se entienda como un gasto, si no que se entienda como una inversión. Y no hablo sólo de comprar un inmueble, sino de mantenerlo.
Hoy se entiende y quiere que remodelar, o construir no sea sólo un gusto, o una solución coyuntural, si no que en el fondo eso sea una real y tangible inversión. Una revalorización de nuestras vidas y bienes.

PERFIL

Luis Facundo Baudoin Terán es arquitecto formado en la Universidad Simón Bolívar, Caracas, Venezuela. Es fundador y arquitecto director de la empresa de consultora en Arquitectura y Urbanismo. Con experiencia en Venezuela Bolivia y China. A lo largo de su carrera obtuvo reconocimientos en Venezuela por sus obras.

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