ARQUITECTURA

La Casa Cubo

Parte II. La casa Cubo combina volúmenes apilados de ladrillo, vacío central como articulador, y materiales locales. Planta baja abierta contrasta con funcionalidad superior.

Por Facundo Baudoin, Arquitecto, CEO de la consultora Baudoin Arquitectos C.A

Vista desde afuera la vivienda reconoce en color negro el espacio interior perteneciente a la planta baja (pb), dejando en los cabios de detalle del ladrillo visto, la sugerencia de los niveles superiores. Así, descansan en el cuerpo más bajo de la casa: La terraza en el nivel superior, Los cuartos gemelos con baño y finalmente la planta baja con: la cocina, churrasquera y áreas de dependencia. En el caso del volumen más alto se disponen: un cuarto en suite, la lavandería superior en el nivel más alto, La habitación principal, en el nivel intermedio y el salón comedor en pb.
La escalera funge de cuña en el vacío creado por la rotación de 45º de un volumen sobre el otro. Es a partir del giro y altura de sus peldaños que se determinan las cotas de los distintos niveles, vinculando en diagonal los espacios sucesivos, y llegando al último piso con alturas idénticas en ambos volúmenes. Centrífugo, el acenso distribuye por toda la casa visuales de 360º sobre el exterior de la misma puntualizando contactos con el exterior a partir de celosías, balcones o ventanales de las habitaciones sucesivas.
De esta manera, mientras en pb el espacio interior es abierto de un extremo al otro de su programa social. A partir de la escalera apenas apoyada es que, en la parte superior, el uso de los espacios se fragmenta en favor de su funcionalidad. Siempre articulada por un único espacio la pb se vincula con la verticalidad del proyecto en el recorrido de ascenso hasta la terraza, evidente completamente en el ventanal de la fachada posterior de la vivienda.
El pulzze, es quizás el concepto más objetivo y abstracto de la construcción del proyecto. En primera instancia como el apilado de volúmenes vacíos que horadan el conjunto construido adaptándose a la topografía del terreno natural. Los distintos desniveles se vuelcan uno sobre el otro buscando la teatralidad de los mismos, como escenarios pre dispuestos, en los que alguien siempre está por asistir.
Esta lógica se repite en muros construidos en ladrillo portante cual piezas de llenga que se articulan y guardan posición en el equilibrio que ejerce su desplazamiento sucesivo comprimidas una sobre otra como en un arco que reta la gravedad.
El edificio coloca al vacío, como articulador y sostén del todo perfilando el color blanco al interior y el negro en el exterior mientras volúmenes de ladrillo se elevan como remate del edificio.
El piso se construye a partir de losetas tradicionales de granito vaciado colocado en distintas trabas según el nivel que ocupan, mientras que los peldaños que marcan los distintos desniveles de la casa o escalera se completan con maderas de distinto tipo, tradicionales y rescatadas desistimos incendios de la amazonia.
Esta disposición de elementos que se apilan en: espacios, muros, y acabados se expanden desde el parqueo anterior de ingreso de lajas rodeadas de piedras tipo mazana al muro posterior de lindero en ladrillo tipo celosía que remata el final del jardín.
Es de esta manera que la casa cubo se hace en tiempo y espacio con elementos locales, que conjugan un programa compacto de usos que entre una y otra pieza se articulan. La idea de lo contemporáneo el presente en forma viva de luces y sombras al compás del día.

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